Un divertimento violento, exagerado y delirante. El policial que escribió y dirigió Nicanor Loreti, el mismo de “Kryptonita”, “Diablo” y “27: el club de los malditos”, que recogió varios premios en el último festival de Mar del Plata. Es una película de humor negrísimo, mucha acción, una lógica desquiciada, con idas y vueltas en el tiempo, que nos atrapa desde la primera situación. Una auto muy personalizado en el medio de un desierto, un hombre que espera, un cuerpo que cae del cielo mientras el concursa por radio con sus conocimientos excepcionales de Racing, y la aparición de una mujer con vestimenta policial de acción que lo apunta decidida. Todo lo que sigue mantiene el mismo nivel de locura y exageración, de absurdo y marginalidad. Como se llega a esa situación son datos que nadie debe revelar en nombre de la intriga y entretenimiento del espectador que gozara de este film. Se luce particularmente Demián Salomón, con Moro Anghileri y Edgardo Castrol.