Punto rojo

Crítica de Francisco Mendes Moas - Cine Argentino Hoy

“Punto rojo” de Nic Loreti.

Nic vuelve con una película fiel a sus raíces.

Como dijimos en su momento, durante la competencia argentina de largometraje del 36º Festival internacional de cine de Mar del plata se vieron cosas algo extrañas. Documentales que transcurren en Rusia o el Tíbet, pero como es su costumbre Nic Loreti llegó para coronarse como el más descabellado. “Punto Rojo” toma muchas cosas de su corto “Pinball” y las infla como piñata de cumpleaños. Pasar de un secuestro a una bomba nuclear como solo la imaginería de Loreti podría hacerlo. Y por suerte hoy llega a las salas de cine, para verla como merece ser vista.

Dentro de un Dodge 1500 azul, Diego espera algo. Está estacionado en el medio de la nada, escuchando un programa de preguntas y respuestas sobre Racing. De repente un cuerpo cae sobre el parabrisas y este punto de quiebre es lo más mundano que veremos de acá en adelante. El erudito de la academia se verá envuelto en una trama que parece resultado de un sueño esquizoide, que es donde Nic se encuentra más cómodo para hacer sus películas.

Si a las bandas se las sigue desde Cemento, a Loreti se lo sigue desde “Diablo”. Un director que sabe cómo manejar la super acción y la construcción de un mundo exagerado donde todo puede pasar de manera orgánica. Nadie se pregunta qué hace un auto en medio de un descamado, solo espera ansiosamente la respuesta, que seguramente venga acompañada de una puteada o sangre. En un mundo donde la violencia es el único idioma que se habla.

Efectos prácticos que pivotan entre la prolijidad y lo grotesco, personajes que constantemente rozan lo ridículo y una trama hiperbólica. Todo lo que podemos esperar de una película de Nic Loreti. Atrapante y entretenida que complementa su obra anterior. Para fanáticos y para aquellos nuevos adeptos que puedan llegar a partir de “Punto Rojo”. Loreti una vez más demostrando su habilidad para exprimir hasta el último centavo de su presupuesto.

Calificacion.