Un capitalismo mejor es posible
Pese a ser un tanto ingenuo y reduccionista, este documental demuestra la eficacia de políticas progresistas.
En plena campaña presidencial, Michael Moore acaba de ser noticia en los Estados Unidos por el sorpresivo estreno de Michael Moore in TrumpLand, un intento de echarle más tierra encima a Donald Trump. Mientras tanto, acá llega a los cines ¿Qué invadimos ahora?, su anterior película, de 2015. Como siempre, el ganador del Oscar por Bowling for Columbine trata de despertar las adormiladas conciencias de sus compatriotas, y ahora lo hace “invadiendo” en solitario algunos países para apropiarse no de su petróleo, sino de sus políticas.
A Moore no se le pueden negar varias cualidades: ingenio, sentido del humor, claridad en los conceptos. Pero en este caso, estos méritos vienen acompañados de una contracara menos feliz: reduccionismo, simplismo, ingenuidad. Incurre en un pecado frecuente en los medios masivos de comunicación: en su afán de transmitir su mensaje, Moore por momentos subestima al público, como si se estuviera dirigiendo a una audiencia de niños de preescolar. Pero ¿sería tan eficaz en su prédica si elevara un poco su discurso? Probablemente no.
Así y todo, el documental tiene aspectos reveladores. Su principal objetivo es enseñarles a los estadounidenses que otro modo de vida es posible dentro del capitalismo, y para eso muestra políticas europeas que en los Estados Unidos son impensables. Para los argentinos, tan acostumbrados a admirar a Europa, quizá lo más llamativo de esa comparación sean, más que los conocidos beneficios del Estado de bienestar europeo, las carencias y defectos de la tierra de oportunidades, ese otro faro siempre idealizado.
Con entrevistas hechas de preguntas básicas, Moore nos muestra que eso llamado sentido común -que no es más que la repetición, a lo largo de años, de ideas implantadas por los sectores dominantes en el inconsciente colectivo- puede ser también progresista, en el mejor sentido de la palabra.