Si la cosa funciona es porque lleva un nombre de detrás y ese nombre es nada más ni menos que Woody Allen, que si no me iba directo al masajes de pies.
Allen es un director prolifero que aún enamorado de su gran ciudad Nueva York decide encarar a partir de su último gran filme “ Match Point” un nuevo camino buscando locaciones e historias en el viejo continente. Lo cierto es que con “Si la cosa funciona”, en medio de esta nueva hoja de ruta, decide volver a filmar en su querida ciudad , pero también es cierto que este filme no es lo último de él; su premiere fue en el festival de Tribeca en abril de 2009 para luego estrenarse comercialmente en Estados Unidos, unos meses después.
Más allá del delay en su estreno en Argentina — su posterior “Conocerás al hombre de tus sueños” ya pasó por nuestra cartelera porteña —, no hay cómo ponerse contento de ver un filme de este tan particular director. Aunque ésta vez la alegría no es para tanto. “Si la cosa funciona” es una típica comedia alleniana, con sus clásicos temas críticos sobre el amor, la sexualidad, la religión, la infidelidad, el intelecto y la vida, que esta vez abruman, molestan y terminan boicoteando la historia.
El trabajo de Larry David es lo único valioso de la cinta en el que protagoniza a Boris Yellnikoff, alter ego del director neoyorkino, que después de muchas decepciones sentimentales y suicidios de por medio conoce a una joven (Evan Rachel Wood) que termina encantada por su brillante y superior ingenio. Desde que conviven juntos hasta que él conoce a cada uno de sus padres, la historia se convierte en monólogos muy bien desarrollados por David para luego decaer por la falta de novedad en los guiones de Allen. Es como estar viendo siempre la misma película desde hace muchos años.
Tiene algunos gags simpáticos y más de uno se reirá en más de una escena, pero no pretendan mucho más de este filme. Espero que su nueva cinta recientemente estrenada en el Festival de Cannes “Midnight in Paris” con Owen Wilson, Rachel McAdams y Kathy Bates, siga la línea alleneuropea (por llamarla de algún modo). Ésta que parecer ser la cara más renovada del pintoresco director. A mí lo único que me preocupa es si saber la magia de New York ha muerto, porque Allen seguramente se recuperará. De hecho él mismo declara en boca de su alter ego que ésta no es la película del año y si uno quiere sentirse mejor, lo ideal es tomar un masaje de pies. ¿Alguien tiene un lugar para recomendarme? Porque mis pies están realmente doloridos.