Es difícil no reírse de lo mismo que nos reímos hace dos años. Sabiendo esto, los productores de ¿Qué pasó ayer?, no dudaron ni un segundo en utilizar la misma fórmula para esta secuela que la utilizada para el film original.
La película es igual, no estoy exagerando, es literalmente igual a su antecesora, cambian algunos animales, varían un poquito los encuentros sexuales y las locuras. Pero hasta el comienzo es el mismo. La misma llamada telefónica que escuchamos en la película original; las mismas caras de los mismos personajes, etc, etc. No voy a decir que no causa gracia porque estaría mintiendo, pero convengamos que no tiene el mismo efecto.
La primera película de esta saga tenía algo que las demás películas de comedia de ese año no tuvieron; el efecto sorpresa y lo inverosímil; sabemos que es imposible tener un tigre escondido en el baño, por eso es en parte tan gracioso cuando lo vemos, es poco creíble pero está bien tratado. Ahora, dos años después, ya fuimos sorprendidos por lo insospechado y esperamos algo más que una banal copia de una película exitosa. Digamos que los productores no tuvieron que pensar mucho para conseguir triunfar nuevamente.
¿Qué pasó ayer? II es graciosa, divertida y dinámica; pero no esperemos mucho más, es un humor básico y burdo, escatológico e irreal. Hasta es mejor verla en la tele de casa, que en una sala de cine abarrotada de ruido de pochoclos y olor a nachos.