¿Qué pasó ayer? Parte 2

Crítica de Rodolfo Weisskirch - A Sala Llena

Resacados

El personaje de Boris en Que la “Cosa” Funcione, la última película de Woody Allen, estrena en nuestro país, tenía un lema: “si la cosa funciona, el resto no importa, lo que hayas hecho para conseguirlo, tampoco importa, si la cosa, funciona”.

En ¿Que Pasó Ayer? Parte II, la cosa, funciona.

No lo puedo explicar. La nueva película de Todd Phillips es exactamente igual a la anterior. Cambia el escenario, cambian algunas circunstancias, pero básicamente es lo mismo. La estructura es igual, se incorporan algunos personajes pero estamos hablando de un mismo código, de la misma historia, con otro gusto.

Pero funciona. Divierte, entretiene, se pasa un buen momento.

Nuevamente, la manada (así llama Alan al grupo) asiste al casamiento de uno de los miembros del grupo. Esta vez, Stuart, que se casa con una tailandesa, cuyo padre millonario organiza la boda en una isla paradisíaca de su país. Por lo tanto, Stuart hace trasladar a toda la manada, incluido el “extraño” Alan, a Tailandia.

El resto es lo mismo. Lo que empieza con una cerveza se convierte en una noche descontrolada, donde los personajes despiertan sin recuerdos pero algunas sorpresas.

Esta vez, el personaje que desaparece es Teddy, el hermano menor, supergenio de la futura esposa de Stuart. Como el chico no se desprende de su computadora, la hermana le pide a Stuart que lo incluya en su “despedida de soltero”. Esto no agradará demasiado a Alan.

A la mañana siguiente el grupo se encuentra con algunas sorpresas no muy agradables y tienen que armar su noche con las pocas pistas que tienen y recuerdan para encontrar a Teddy.

Si bien el factor sorpresa se perdió un poco, el humor vulgar, desenfrenado, sumado a un ritmo frenético permiten que esta secuela sea tan divertida como la primera parte. Bankong se convierte en una protagonista más, así como fue Las Vegas. Una ciudad donde conviven mafias chinas, tailandesas, rusas y estadounidenses. Además de templos budistas. Básicamente se trata de humor escatológico en forma sucesiva. Todo chiste tiene una connotación sexual. Los realizadores hacen quedar bastante mal a los estadounidenses y su manera de difamar al mundo que los rodea. Nuevamente, la tecnología influye para que los personajes puedan reconstruir su noche.

Hay lugares comunes y clisés, pero funcionan. Los personajes no son demasiado ricos en matices pero las soberbias interpretaciones de Ed Helms (con mayor protagonismo esta vez) y especialmente el gran Ken Jeong como Chow, el narcotraficante que les complica todos los planes. Un poco más relegado queda esta vez Zack Galifianakis. Alan termina influyendo un poco menos de lo que promete. Pero lo más sorprendente es la prácticamente nula participación de Bradley Cooper en el argumento. Si bien es el personaje menos interesante, a pesar de que aparece todo el tiempo en pantalla, Phillip participa poco y nada en la historia.

Todd Phillips hace una leve mejora con respecto a Todo un Parto. Su perfil más psicótico, enfermo, zarpado está más presente que nunca. Phillips tiene un timing para la comedia virtuoso.

Más allá de que utiliza la fórmula de la repetición en forma constante, esto no significa que ver a un mono traficando droga y fumando no termine de ser divertido. Con un tono visual bien trabajado, transmitiendo los climas y olores de Bankong (se filtra un sutil homenaje a Apocalipsis Now), ¿Qué Pasó Ayer? Parte II sirve para distraerse.

Sin embargo, si van a hacer una tercera parte (falta el casamiento de Alan) le sugiero a Phillips y equipo que además de buscar otra ciudad (Buenos Aires, Río quizás), encuentren una manera de renovar la historia, sin abandonar la fórmula pero tampoco haciendo una tercera versión de la misma película. Porque, aunque la “cosa” funcione, siempre está bueno, ver cosas nuevas.