La de Qué pasó ayer es indudablemente una saga atípica dentro del cine Hollywoodense. En general los films que vienen en serie desde allí pertenecen al terreno de la acción o el terror, entre otras tendencias que incluyen la ciencia-ficción y el género fantástico. El humor bizarro y corrosivo, en general, no caracteriza a films con secuelas, o al menos, con más de una continuación.
En este caso, la buena idea que dio origen al disparatado film original, indudablemente trasgresor y divertido pero también machista y grosero, fue la combinación que permitió la franquicia. Y la historia de ¿Qué pasó ayer? Parte III se dispara para un lado diferente a los dos primeros opus de la de la saga, en los que las despedidas de soltero eran el origen del descalabro. Aquí la trama por momentos entra en el género policial, con gangsters, un atraco de guante blanco, y hasta algunas muertes a balazo limpio. Dos años después del último desenfreno, con Phil, Stu y Doug alejados de aquel pasado caótico, deben socorrer a un Alan en plena crisis, tras lo cual entrará en escena el inefable Leslie Chow y un mafioso llamado Marshall, y las cosas se complicarán de manera vertiginosa. Además los cuatro terminarán en Las Vegas, el marco de la primer y recordada aventura descontrolada.
El entretenimiento está correctamente diseñado, con algunos chistes divertidos pero con un tono algo más moderado, un humor más sutil que produce sonrisas antes que carcajadas. De todos modos no habrá que perderse una formidable escena extra que asoma tras el cast, que puede despertar aquellas típicas risotadas y que más oficiar como cierre propiciaría una descabellada cuarta parte. Y el arranque, con dos gags bastante negros.
Con la participación del gran John Goodman, Zach Galifianakis vuelve a destacarse como comediante frente al resto del eficaz cuarteto.