Cierre un tanto amargo
Se ve que el dicho "la tercera es la vencida" se cumplió para la franquicia humorística de Todd Phillips, "The Hangover". Lamentablemente, este 3er trabajo no es ni remotamente tan divertido como lo fue el 1ro, de hecho los viejos chistes ya no causan mucha gracia y los nuevos son poco efectivos y hasta violentos de más. Que Zach Galifianakis se orine en los pantalones por presenciar un asesinato no es divertido... Tampoco lo es que Mr. Chow tire frases trilladas mientras mata mafiosos. La diversión en las entregas anteriores pasaba por otro lado.
Creo que Phillips quiso explorar nuevos senderos y probar los límites del gusto aceptable en la comedia, algo que personalmente aprecio y valoro, pero debo decir que el resultado al que se llegó finalmente no fue bueno. Si hubiera presentado la misma dinámica de su antecesora, me habría parecido peor y directamente le hubiera quitado una estrella más, pero como se arriesgó le doy un poco de crédito. Lo que verdaderamente divertía del Wolf Pack era esa dualidad entre las personalidades compuestas y hasta aburridas de cada personaje, y la locura que se desataba cuando se tomaban unos copetines de más y se drogaban por accidente. Phillips debería haberle buscado la vuelta para mantener esa esencia y ofrecer algo creativo sin modificarla tanto. En esta entrega la fiesta no existe, sino que se trata de una sucesión de situaciones que toman el género de acción con una clara intención de ridiculizarlo y producir el deseado efecto de "comedia de acción", algo que casi no se logró durante el metraje. Todo el humor se sostiene sobre los hombros de Alan (Galifianakis) y Chow (Ken Jeong), que a duras penas logran uno que otro gag interesante. Sólo puedo nombrar 3 escenas divertidas del film, la 1ra es cuando comienza y Alan circula en auto por la autopista con una jirafa que acaba de comprar, la 2da es cuando conoce a Cassie, interpretada por la grosa de Melissa McCarthy, y la 3ra escena es la que tiene lugar post créditos con la que nos daremos cuenta donde fue que le pifió el director. Los personajes de Bradley Cooper y Ed Helms estuvieron bastante flojos, como desganados, lo que lógicamente atentó contra la performance de la trama y la comedia. La intervención de John Goodman no tuvo mucha relevancia y bien podrían haber puesto a cualquier otro actor y hubiera sido lo mismo, es decir que se desaprovechó el carisma y la profesionalidad de un grande como él.
Qué se yo... me queda un gusto amargo. La 2da entrega ya había sido bastante floja y le había perdonado ciertos pecados por el hecho de que mantenía la fórmula que nos hizo morir de risa en la 1ra, pero este cierre de la trilogía fue el más débil sin dudas. Hay ciertos productos que más allá de sus evidentes fallas, son complacientes con sus seguidores, pero acá eso no se dio. Creo que hasta los más fanáticos de "The Hangover" van a despotricar.