¿QUÉ MÁS PODEMOS COPIAR?
Marito y Peter (Darío Lopilato y Grego Rossello) conforman una pareja de amigos bastante dispareja. Uno intenta ser galán y el otro un nerd. Como adultos aniñados sueñan vivir sin su familia por un rato. Las vacaciones de los padres de Marito son el punto de partida para ambos para llevar a cabo sus anhelos. Aunque cada uno tiene un objetivo distinto. Las ideas de Marito son al estilo Mi pobre angelito, romper las reglas establecidas en lo cotidiano, pero las más inocentes como comer en la cama o bailar en ropa interior por la casa. Peter, sin embargo, quiere hacer una fiesta al estilo yankee, a lo grande. Aquí vemos repetir varias estructuras ya conocidas. Y es que ¿Qué puede pasar? se compone de la reescritura de situaciones a las que ya hemos accedido varias veces en otros film. Es así como también se trae de vuelta la historia de dos jóvenes muy inocentes que logran salir victoriosos de pura suerte.
El collage de referencias a otras películas, lejos de utilizarse como recurso de culto, refleja las pocas pretensiones que tiene el film. Más allá de eso, el producto asume sus propias limitaciones y logra desenvolver una historia que genera cierto ritmo. El humor que propone es muy básico y los chistes son simples. Vale resaltar que, a diferencia de algunas películas de este estilo, no hay una agresión directa hacia la mujer. No es utilizada como objeto, para entretener la vista y dar relleno a al vacío argumentativo. Sí es notable la recurrencia a los chistes rancios sobre la comunidad gay.
Marito y Peter conforman una pareja querible, quizás por su condición de jóvenes poco lúcidos o por asumir sus deficiencias en el film. Ambos logran buena conexión, aunque sus actuaciones no involucren un compromiso desafiante, ya que repiten papeles interpretados en otras propuestas. Por ejemplo, Darío Lopilato realiza una actuación muy similar a la que hacía en Casados con hijos. En tanto, la dupla de Mirta Busnelli y Osvaldo Santoro, madre y padre de Marito, consigue los momentos de humor más rescatables. Sus apariciones son cortas, pero logran captar la atención por su comicidad acertada y por generar en pocos diálogos una idea de la personalidad de cada uno de ellos. Lo demás es un conjunto de chistes fáciles y efectistas.