Sin humor ni brillo
Simplemente esperaba algo más llamativo pero desde los primeros minutos supe lo que iba a encontrar. Poniéndome en contra a los amantes de Meryl Streep digo que, a mi parecer, su actuación se pasa de forzada y por cierto su papel deja a las mujeres bastante mal paradas. Podríamos decir que sí se plantea algo novedoso al tomar como protagonistas a dos personas mayores y hacerlos interesar por el sexo y la renovación de su pareja. Es decir, es genial que se haga a un lado la clásica pareja jovencita y linda para que tomen protagonismo dos personas mayores. Pero, sin embargo, cae en repetir el rol de la mujer como sensible y hasta tonta. Para seguir reproduciendo un modelo machista funciona perfecto como tantas otras películas de Hollywood.
Pero mi mayor crítica no radica ahí sino en la poca estabilidad del film. Son escasos los momentos en los que la comicidad es efectiva. Desde el humor no se presenta nada nuevo y no resultan del todo efectivos los chistes que se hacen. Hay demasiados pasajes que resultan muy poco creíbles y demasiado forzados y otros en los que claramente no pasa nada. Hay baches enormes que dejan al espectador en la nada misma. Es demasiado lenta sin ninguna justificación para serlo.
Hay un intento de crítica sobre esa creencia de que hay soluciones mágicas para cambiar la vida, en la que se encuentran los psicólogos chantas. Pero a pesar de eso, cae en su mismo reproche dando un final tan previsible como poco creíble.
Al no tener un tema muy fuerte, ni las imágenes, ni la música, la película se apoya en los actores, que no llegan a suplir con el guión que les toca las deficiencias. Tommy Lee Jones parece ser el más agradable, sin que su actuación llegue a ser muy buena. No nos trae nada nuevo a la pantalla, sigue siendo el mismo que en sus otras películas pero sí logra ser más gracioso que Steve Carell y Meryl Streep, quienes realmente dejan mucho que desear.