No es para nada habitual que una película proveniente de la India se estrene en la Argentina. El país asiático produce cerca de mil películas anuales, pero la mayoría está destinada a su gigantesco mercado interno. Las que logran repercusión internacional por lo general responden a cánones más extendidos, como el caso de este primer largo de ficción de Rohena Gera, una cineasta de familia acomodada que estudió en Stanford (Estados Unidos) y entendió muy bien cómo llaman la atención fuera de su país de origen la dinámica de una sociedad en la que se cruzan culturas, creencias, castas y clases diferentes con una lógica propia.
La historia es convencional (el amor imposible entre una empleada doméstica y un joven adinerado para el que trabaja) y los recursos para que avance, los del melodrama leve, más cercano a la delicadeza de James Ivory que de la intensidad de los culebrones televisivos clásicos y sin muchas sorpresas.
En su atención al detalle (gestos, roces, miradas) es tan rigurosa como Con ánimo de amar, exquisita película del hongkonés Wong Kar-wai que la directora ha citado como referencia importante en varias oportunidades. Y en cuanto a su eficacia en términos de alcance emotivo, la base en la que se apoya es Tilotama Shome, actriz que construye con tanta sutileza como determinación a una mujer discreta, honesta y capaz de perseguir su deseos.