Dos hermanos muy distintos descubren, durante el casamiento de su madre, que son hijos de Terry Bradshaw, su ídolo. Y hacia allá van, a conocer a papá. Pero el pasado, y la memoria de su madre, no son exactamente precisos. Una comedia con el lápiz no demasiado afilado para el humor, aliado del disparate, que se salva por el carisma de sus actores, en especial el trabajo del atribulado Ed Helms.