Decepción. Eso sentí a ver esta película, porque tenía bastantes ganas. El tráiler me había encantado y causado mucha gracia.
De hecho, ahí radica el mayor problema: todo lo mejor del film se encuentra en el tráiler. No dejaron nada gracioso para la película.
Me reí nada más en las escenas que ya había visto en los avances.
Amén de eso, es imposible escribir sobre este film sin nombrar a Quién engañó a Roger Rabbit (1988) y Ted (2012), porque es una amalgama de ambas.
Y es genial que el responsable sea Brian Henson, hijo del legendario Jim Henson, quien fue el creador de Los Muppets y responsable de grandes películas tales como The dark Crystal (1982) o Laberinto (1986).
Aquí parodia la obra de su padre, pero no llega a darle la vuelta como hicieron los realizadores de Ted en la primera entraga.
Aquí, salvo por un par de chistes no hay impacto.
Se percibe con buenas intenciones, pero desalmada. No logra lo que se propone.
Las voces y el cast encabezado por Melissa McCarthy están bien. Pero se encuentra en sintonía con el resto de la cinta, le falta…
En definitiva; ¿Quién mató a los puppets? Es una buena idea, pero mal ejecutada.