Las injusticias que hay en este país son múltiples y evidentes. Provocan bronca, indignación e impotencia. Como la que tiene desde hace diez años Vanesa Orieta, la hermana del adolescente asesinado y desaparecido Luciano Arruga en enero de 2009 por la policía bonaerense. Ella movió cielo y tierra para encontrar su cuerpo, en una lucha titánica y desigual entre una chica pobre del conurbano que se enfrentó sin miedo y con decisión, a una corporación política y armada que se dedicó a colocarle trabas e impedimentos para que el caso no avance en la justicia. Finalmente, en 2014. sus restos fueron hallados como NN en el cementerio de la Chacarita.
Este documental codirigido por Ana Fraile y Lucas Scavino recorre los caminos que lograron llevar a juicio a un policía, pero aun así, no consideran que el caso esté cerrado.
La cámara está ahí, es testigo de cada charla, recuerdo, movilización, declaraciones en el juzgado, etc. involucrando al espectador de tal modo que genera una empatía inmediata con Vanesa, que pese a ser de origen humilde, habla muy bien, tanto en privado como en público. Sabe expresarse con claridad y convicción. Esta cualidad, seguramente le ha ayudado y mucho, para que el asesinato de su hermano no quede en el olvido
Para darle más valor al relato los directores cuentan con archivos fotográficos y televisivos varios, como así también, de familiares y amigos que colaboraron explicando cómo sucedieron los hechos, tanto de palabra como en un plano didáctico hecho a mano.
También desde un vehículo mostraron el barrio, de día y, principalmente de noche, para situarnos mejor cuál fue la zona en la que paraba Luciano y en qué lugar lo hostigaban.
La película no tiene una gran producción, pero si una buena calidad de imagen y sonido. No suena ninguna canción, no la necesita, porque, de por sí, la narración es cruda y dramática en toda su extensión como para resaltarla con algún sonido extra.
El film está compaginado de tal modo que tiene un buen ritmo y no aburre. Porque la que lleva la voz cantante, pese a estar siempre en inferioridad de condiciones, demostró a los demás, no importa quienes son, y se demostró a sí misma, que con una gran coraje y perseverancia, aunque sea muy difícil, se puede cambiar aunque sea un poco, la historia de siempre, eso significa la del poderoso que le gusta ejercer su poder, mucho más por las malas que por las buenas.