Documental argentino que recibió una Mención especial en la Competencia Derechos Humanos del 21 BAFICI.
El 31 de enero de 2009, Luciano Arruga (16) nunca llegó a casa de su hermana Vanesa. Comienza entonces una búsqueda desesperada que enfrenta las diferentes manipulaciones del poder. Su voz y la de amigxs, familiares y militantes de los derechos humanos descubren las complicidades del Estado en esa desaparición.
Una fuerte película de denuncia que logra hacernos carne de la indignación e impotencia que enfrenta Vanesa, junto a amigxs y familiares con escasos recursos, quienes no dejaron nunca de golpear puertas en una exasperada búsqueda por saber qué pasó con Luciano y sobre quiénes fueron los verdaderos responsables de su desaparición forzada en plena democracia.
Con un claro punto de vista, el de Vanesa, acompañado por su familia y amigxs, la narración del film va hacia adelante mientras desgrana, de a poco, la información sobre lo que sucedió con su hermano de 16 años. Marcando así el claro lugar de la familia y amigxs convertidos en los investigadores del hecho.
Les realizadores hacen uso de cámaras “rastreras” entre escenas que recorren, una y otra y otra vez, el camino realizado por Luciano antes de su desaparición, emulando patrullar la zona. Signo de la vigilia angustiante por la que Vanesa ha pasado y sigue pasando, mientras intenta reorganizar los datos, recabar la información y rearmar un rompecabezas donde las piezas no faltan, sólo que ella no puede tenerlas en sus manos porque el Estado se las niega, incluso actualmente.
En esta historia, les realizadores logran utilizar al material de archivo como fragmentos de reconstrucción que van transformando al registro en peregrinación. Y así se van fusionando las marchas, las luchas, las constantes denuncias, las protestas incoherentes de vecinos del barrio “residencial” en donde funcionaba el destacamento en el cual fue detenido Luciano, hoy convertido en radio abierta, quienes piden absurdamente a Vanesa “un poco de paz” ante el reclamo sistemático de justicia por su hermano, el acompañamiento de las asociaciones de derechos humanos, las abuelas, Adolfo Pérez Esquivel, los amigxs, el juicio, las caras de los abogados defensores, la vulnerabilidad de una madre expuesta a preguntas inapropiadas, el rostro del único acusado (Torales), la entereza de una hermana, el miedo, las amenazas, el silencio, la noche.
¿Quién mató a mi hermano? es un documental que al finalizar nos deja impotentes, mudos y pensantes, aplaudiendo sí la fuerza de lucha de una hermana contra un gigante.