Ana Fraile y Lucas Scavino acompañan a amigos y familiares de Luciano Arruga, desaparecido y muerto en democracia. Vanesa, su hermana, desde que Luciano desapareciera el 31 de enero de 2009, luchó incansablemente por dar con él, hasta que el 17 de octubre de 2014 dieron con sus restos en un cementerio municipal sin identificación. La película acompaña a Vanesa, en los procesos judiciales y en su transformación como activa e incansable militante por los derechos humanos. Necesaria y dolorosa película.