Una familia muy especial: un traficante, una stripper, un joven virgen y una rebelde adolescente.
En medio de tanta información negativa, y el hecho de que a veces uno no se encuentra bien por diversas razones, es bueno que llegue a la cartelera una comedia con el fin de distraernos, dándonos la posibilidad de distendernos, entretenernos y aprovechar un buen balde de pochoclos.
Esta comedia tiene casi la misma estructura que el film “¿Qué pasó ayer?”, la diferencia radica en que los protagonistas arman una familia. En un edificio viven David Clark (Jason Sudeikis, "Quiero matar a mi jefe"), un soltero empedernido, inmaduro y traficante poco importante (un buen comediante, quien ya trabajó con Aniston en “El caza recompensas”, entre otras); Rose O'Reilly (Jennifer Aniston) una stripper y bailarina de caño, con problemas económicos (en las escenas con ropa interior, se luce mucho a sus 44 años ); Kenny Rossmore (Will Poulter, "Las crónicas de Narnia - El travesía del Viajero del Alba"), está fascinado por la tecnología y la informática y Casey Mathis (Emma Roberts, sobrina de Julia Roberts) una transeúnte.
Una noche a David, por ayudar a Kenny, le roban una importante suma de dinero que no le pertenece y es de Brad Gurdlinger (Ed Helms), un excéntrico y loco. Ahora se ve obligado a realizar un trabajo riesgoso, que no solo servirá para pagar lo adeudado sino que además le dejará una importante suma para él, pero debe trasladar dos mil kilos de marihuana, desde México a los Estados Unidos.
Para ello pese a las diferencias que tiene con Rose, Casey y Kenny, forman una familia ficticia y emprenderán una gran aventura en una casa rodante a provechando un fin de semana víspera del 4 de julio, pero en el camino nada será fácil, tendrán varios obstáculos y conflictos, situaciones de enredos, momentos absurdos e incómodos. En dicho camino ellos conocen a otra familia, el matrimonio Don Fitzgerald, Edie Fitzgerald (Nick Offerman y Kathryn Hahn) y su hija adolescente Melissa Fitzgerald (Molly C. Quinn), cada uno de ellos vivirán escenas divertidas y alocadas, ya más aun cuando se enteren que Don Fitzgerald es un agente de la DEA.
El film tiene un buen ritmo, ayuda mucho su musicalización, tiene algo de sitcom pero con otros elementos como: gags, bromas subidas de tono y deseos sexuales. Una comedia bien picante que dentro de los créditos finales muestra bloopers de rodaje. Aunque algunas son situaciones obvias y algo gastadas, le sobran algunos minutos pero logra ser un buen pasatiempo para pasar el rato, no pidamos más que eso.