Para Nick, Kurt y Dale lo único que haría su rutina diaria más tolerable, sería poner a sus jefes bajo tierra. Renunciar no es una opción, por eso con algunos pocos-muchos-tragos y una dudosa asesoría de un ex traficante ex convicto, los 3 amigos se ingenian un complicado pero al parecer infalible plan para deshacerse de sus respectivos jefes... permanentemente. Sólo hay un problema: incluso los planes mejor planeados son tan infalibles como los cerebros detrás de ellos.