Muchas estrellas, poca diversión
"Quiero matar a mi jefe 2" tiene muy poco que ver en realidad con matar a los jefes de los protagonistas, lo que demuestra que las traducciones básicas que se hacen al español deberían cambiar y ser más literales o no traducir en absoluto... vivimos en el año 2015, de última busque que quiere decir en el Traductor de Google.
"Horrible Bosses" nos trae de vuelta al trío de amigos compuesto por Nick (Jason Bateman), Kurt (Jason Sudeikis) y Dale (Charlie Day) que, tras el intento fallido de asesinar a sus jefes en la primera película, ahora se han convertido en motivados emprendedores que quieren lograr el éxito con un nuevo producto, el "shower buddy", y dejar de depender de otros para ser exitosos laboralmente.
En esta ocasión se se enredan con dos personajes excéntricos y millonarios, padre (Christoph Waltz) e hijo (Chris Pine), dueños de una gran corporación que está interesada en comprarles la producción de su producto. Al menos eso parece al principio, hasta que las cosas se van poniendo cada vez más extrañas y negativas para nuestros protagonistas, los que deberán enfrentar algún que otro inconveniente para no quedar en la ruina económica total.
A nivel general todo está muy cuidado, tan cuidado que se pierde la espontaneidad y algunos gagas no terminan de funcionar del todo bien. Bateman aporta un humor efectivo, a la onda de "Arrested Development" pero más tranqui, Sudeikis aporta poco, un suerte de humor canchero que la verdad no le favorece mucho, y finalmente Day termina siendo el mejor aportando histrionismo aunque por momentos se torna un tanto exagerado. Los villanos están bastante dispares. Por ejemplo la mejor de todos termina siendo Jennifer Aniston que en realidad tiene un rol secundario, mientras que Chris Pine exagera demasiado todas sus reacciones aunque por momentos resulta locamente divertido y Christoph Waltz está totalmente desperdiciado, como si hubiera aceptado trabajar en el film para cumplir con algún compromiso económico.
A nivel general creo que a esta secuela le faltó un mejor guión y chistes más divertidos. Si bien tenía todo para superar a la primera, que tampoco fue una maravilla, se termina quedando a mitad de camino y desperdicia su potencial. No es un producto mala pero tampoco llega a ser del todo disfrutable.