Ante las vicisitudes de la vida un hombre quiere estar en los brazos de su amada y busca saldar las cuentas del corazón.
Esta historia se encuentra ambientada en 1993, todo comienza en Buenos Aires cuando vemos a Eduardo (Roberto Vallejos), quien tiene frente a sus ojos una buena suma de dinero y a su vez se encuentra enfrentado con un dilema. Por un lado ha logrado lo único que quería conseguir, una muy buena posición económica, por la cual dejo todo y en contraposición una serie de análisis le diagnostican una enfermedad terminal.
Comienza a replantearse que hizo con su vida, que le dio esa gran ciudad, llena de esmog y algo inevitable siente la necesidad de volver a su pueblo natal, en la Patagonia, lugar donde lo vio nacer, allí se encuentran el amor de su juventud, sus amigos y sus afectos. Pero nada puede ser como antes, existen varias situaciones no resueltas, rencores, el abandono y secretos.
Forzosamente todos los personajes y aquellos que ya no están por diversas razones de la vida, vuelven a reencontrarse con Eduardo, y el espectador se entera y revive una historia de amor que quedo trunca, su vida que se va mezclando con la política, los desaparecidos, hechos de violencia, la década del 50, la dictadura de los 70 y de los 90.
La historia es demasiado melodramática y algo intimista, una de las imágenes más tocantes es la secuencia de un perro, contiene algunos golpes bajos, no tiene ningún toque de humor, tocan demasiados temas y no se terminan de desarrollar y de profundizar, es bastante metafórica, abordar temas como la muerte, el dolor, las segundas oportunidades o el valor de la familia.
Todo se desarrolla en medio de un bello paisaje, que le va otorgando cierta tristeza, melancolía, angustia, soledad y siempre está presente la nostalgia en varios puntos de la historia y todo intenta sostenerse con las buenas actuaciones de Vallejos (“Elegido”), Petriella (“Miss Tacuarembó”) y Monserrat (este último vuelve a la actuación después de mucho tiempo “¡Qué linda es mi familia!”- 1980). La pareja protagonista le dan matices, buenos climas y una vez más muestra todo su oficio, solo queda decir que es una película llena de buenas intenciones.