Había escuchado del revuelo de opiniones que se dieron en el último #BAFICI sobre "Quizás hoy" (participó en la Competencia Argentina) y tenía mucho curiosidad por ver que ofrecía tan controversial, o distinto, la ópera prima de Sergio Corach. El hombre escribe, produce y dirige un film absolutamente autogestionado, sin apoyo oficial y debo decirles que el resultado es alentador. Se anima a rodar en blanco y negro y plantear una cinta transgresora.
"Quizás hoy" puede ser definida como una comédia neurótica sobre un joven que está insatisfecho en la vida y tiene su autoestima, baja y con pronóstico reservado.
En ese devenir de las cosas, Miguel (Corach), un tipo particular, que vive solo y tiene evidentes problemas de vinculación con su realidad, irá desarrollando un día de su vida, en el que las cosas que él pensaba que seguirían innamovible, tienen un leve cambio que modifica su rutina. Lo cierto es que Miguel tiene inquietudes con respecto a su inserción social.
Hay una demanda amorosa insatisfecha, mucha frustración por lo que no tiene a nivel material y encima, tiene aspiraciones artísticas y llevarlas a cabo con ese marco, suena titánico.
Y lo es. El protagonista de esta historia va narando desde su cabeza (al estilo de "Vaquero", de Juan Minujín, ¿se acuerdan?) todo lo que le pasa en relación a su visión de cómo es el mundo y cómo se ve él mismo. El contexto es bastante disruptivo pero gracioso. Si bien al principio la cinta te descoloca, si estás predispuesto a dejarte llevar, se vuelve un film agradable, donde claramente se ve que Sergio Corach sabe transmitir con humor, lo que pasa dentro de una mente humana inquieta y en conflicto.
Hay escenas muy bien logradas, (los créditos de inicio son desopilantes) y una estructura que invita a la sonrisa inteligente, la mayor parte del tiempo.
En el debe, hay quizás transiciones un poco lentas que hacen contraste a veces con el diálogo furioso y continuo de Miguel y eso provoca que la acción se ralentice y desconcierte al espectador. Asumo o me explico que esto se produce por la naturaleza indie de la propuesta, más que por el ritmo del guión.
Creo además que "Quizás hoy" es un gran ejemplo de lo que puede hacerse con empeño y talento. No está totalmente lograda, no es redonda, pero ofrece genuinamente entretenimiento innovador. Eso me parece una gran bocana de aire fresco para el cine nacional. Queremos más (y mejor) de Sergio Corach, para mí, de las revelaciones locales del 2017.