R. J. W son las iniciales del nombre completo de Rodolfo Walsh, el autor del libro Operación Masacre. Este escritor, hoy más festejado por su trágico destino que por su prosa, ofrece más material para un ensayo escrito que para un documental cinematográfico. Con mucho esfuerzo el director reconstruye la historia del autor sabiendo que la mayor parte del material sobre él se encuentra desaparecido. Fue destruido por la dictadura y la única manera de reponerlo es con testimonios o recreaciones.
Sorpresivamente la parte política no está todo el tiempo en el centro y el período posterior a la publicación de Operación Masacre es muchísimo más breve que el anterior. Se cuenta su infancia, sus posiciones políticas, su antiperonismo activo y finalmente su conversión cuando Perón ya no gobernaba. Objeto de culto del kirchnerismo, la película no parece teñida, como la mayoría de los documentales actuales, por la manipulación del relato. Claro que rastrea la ideología del último Walsh en cada pequeño gesto, incluso de infancia, pero no altera las realidades de cada período.
Tal vez lo más flojo del documental -además de la falta de material- es que pierde el tiempo y se da el lujo de hablar en contra de Jorge Luis Borges y poner en boca del escritor Juan Forn algún comentario despectivo. Secretamente, y Forn pone toda su energía en eso, intenta colocar a Rodolfo Walsh como el mejor escritor argentino y eso solo se puede hacer atacando al que obviamente creen que ocupa ese lugar. Una batalla secreta que delata un fanatismo bobo en una película que es mucho más ecuánime en otros aspectos.