Luego de haber combatido mil batallas, John Rambo decide retirarse a su rancho. Allí pasa sus días solo conviviendo con su ahijada y la madre de esta última. Cuando la joven desaparece, Rambo parte a buscarla a México, enterándose que fue secuestrada por una red de trata de mujeres. Ahora nuestro veterano héroe deberá tomar las armas por última vez, y rescatar a la adolescente.
Con bastante polémica, llega a nuestros cines la última entrega de Rambo, que al parecer está ofendiendo a muchos con su temática violenta donde el protagonista mata decenas de mexicanos. Aunque como habrán notado, la película en su sinopsis de asemeja bastante a Búsqueda Implacable, y en dicho momento, nadie se quejó de la cinta protagonizada por Liam Neeson. Ya sea porque un actor cae mejor que el otro, o porque los libaneses son “más matables que los mexicanos”, no entendemos las protestas contra esta producción, así que al menos desde nuestro sitio, zanjamos el tema en este momento.
Poco se puede decir de Rambo: last blood, porque no hay mucho que analizar. Como se imaginarán, los primeros dos actos del film son la excusa para que Rambo despache gente como si estuviera jugando al tiro al blanco. En esta ocasión se eligió poner de villanos a un grupo de secuestradores. Por desgracia la película cae en el mismo error que Rambo 4, y es que el enemigo a vencer intimida poco y nada, y apenas tiene cruces con nuestro héroe, incrementando esa sensación que salvo el personaje de Sylvester Stallone, son todos descartables.
Y en cuanto al veterano actor, si bien acá se intentó disimular su edad haciendo que Rambo casi no tenga enfrentamientos cuerpo a cuerpo (ya en el tráiler se deja ver cómo van a ser las secuencias de acción), se le nota ya mayor para estos trotes. En teoría el nombre de la película da a entender que estamos ante la última batalla de John Rambo, pero con los héroes de acción de antaño, nunca se sabe, pese a que ya no estén para estos trotes.
Poco más queda para decir de Rambo: last blood. Es una película de acción que, si no estuviera protagonizada por Stallone, pasaría desapercibida, pero la nostalgia que crea el actor y el personaje, hace que nos den ganas de verla. Eso y los últimos veinte minutos que son una salvajada, vale decirlo.