Dwayne Johnson transformado en un héroe de acción taquillero y querido es el productor de esta película que protagoniza con gran efectividad. Dedicada a un público adolescente y a los amantes de aventuras del videojuego de l986, con la dirección de Brad Peyton, esta adaptación, con cambios de la historia original, esta destinada a tener éxito. En ese caso ya no hay humanos que se transforman en temibles animales, sino animales, dos de ellos salvajes y uno-un mono albino de increíble inteligencia que se comunica perfectamente con su criador, su “roca”, que por culpa de una mutación genética lograda en un laboratorio, aumentan de tamaño, ferocidad y fuerza. Y ahí esta la cuota de delirio que fascinará a los que se divierten con los efectos especiales, tan espectaculares como los de transformes cuando los vimos por primera vez, Un cocodrilo, un lobo y el mono albino pueden solitos, destruir toda una ciudad, un salto de lobo puede alcanzar un helicóptero, un envión del reptil puede atravesar una un edificio como si fuera de manteca. Con buenos y malos bien definidos, malos que reciben lo que merecen, malos que se reivindican, y buenazos encabezados por el forzudo protagonista humano que le cae bien a todos El mono albino se lleva lo mejor del film encarnado por el actor Jason Liles, que estudio durante meses el movimiento de los gorilas para dar con la captura de movimientos todas las reacciones de este king kong rubio, humorístico, tierno y luego temible. Diversión y una cuota de delirio que no hay que cuestión sino entregarse para que todo el entretenimiento funcione.