Dos hermanos muy distintos que llevan años distanciados y compiten con sus ovejas tienen que unirse para salvar sus rebaños. Con humor, con cierta placidez y con la mirada de quien descubre un terrritorio -lo que resulta perfectamente empático con el espectador- esta película nos permite descubrir un mundo que es parte del nuestro -esa vida rural islandesa- y trasciende lo pintoresco para que podamos identificarnos con él.