Todo cinéfilo de ley debe cuestionarse a sí mismo de vez en cuando sobre sus costumbres y exigirse ver algo diferente y salir un poco del molde industrial.
Rams es una gran oportunidad para hacer esto porque se trata de una rareza en sí misma. O sea, que una película de Islandia se estrene a nivel comercial en Argentina es un hecho tan valorable como difícil.
Teniendo en cuenta esto sería una obviedad recalcar que se encontrarán con un film diferente pero de todos modos voy a tratar de explicar un poco de qué va más allá de lo que se lee en la sinopsis.
Con tiempos muy lentos, pausas prolongadas que sirven para contemplar mucho y una fotografía muy linda se nos cuenta una historia simple entre dos hermanos, un pueblo y la importancia que tienen ahí las ovejas.
Esta película sirve para viajar y para meterse en otra cultura. Ese es su valor y el lugar por donde hay que analizarla más allá del entretenimiento que nos brinde porque si se la juzga por ahí el saldo será negativo.
No entretiene sino que enriquece de la mano de dos soberbias actuaciones por parte de Sigurður Sigurjónsson como Gummi y Theodor Júlíusson como Kiddi.
El director Grímur Håkonsson brinda una obra íntima y que expone no solo a los personajes sino también al espectador.
Si querés y te animás a ver algo diferente Rams es la película indicada.