Erase una vez un Spaguetti Western animado.
La cuota anual del género por excelencia de este año ya se encuentra completa con tan solo dos films, uno, la remake del western de Hathaway Temple de Acero, un homenaje directo al cine de John Ford dirigida por los hermanos Coen, dos, la animación de la cual aquí desarrollaremos, Rango, un spaguetti western donde la dirección realizó foco sobre el trabajo de Sergio Leone.
El pequeño camaleón de profesión actoral accidentalmente termina siendo parte de una comunidad, un pueblo que se está muriendo por la falta de agua, llamado Tierra, donde una gran cantidad de personajes secundarios estereotipados se lucen por su cohesión al personaje principal. El apodado Rango es presentado como la única opción a la necesidad del pueblo, un nuevo sheriff, alguien que busque la manera de encontrar agua para el moribundo territorio próximamente a convertirse en un pueblo fantasma, con una emigración acechante. No falta la presencia de un alcalde de turno, el banquero, las licorerías (en éste caso expenden jugo de cáctus), la pobrecita a ser despojada de sus tierras e interés sentimental del “a convertirse” en héroe.
Lo apabullante del film fuera de las excelente tomas logradas luego de haber visto mucho Leone por parte del equipo de producción y animación, añadiendo el asesoramiento de fotografía de Roger Deakins (casualmente DF de Temple de Acero), el hermoso y revitalizado score de Hanz Zimmer, sumado a las autoreferencias y homenajes a Erase una Vez en el Oeste, El Bueno, el Malo y el Feo, Por un Puñado de Dolares y A la Hora Señalada, hacen de Rango, un film que funciona como una enciclopedia cinematográfica del género, inclusive con un timing y edición moderna, funcionales a la vitalidad del guión. La animación está explotada al máximo sobre posibilidades y recursos, si bien no cuenta con ese condimento extra que suelen tener las producciones de Pixar, me atrevo a decir que Rango logra ser el ejemplo de animación más cercano a la convertida empresa de excelencia en animación. Rango es lo que Cars no pudo lograr ser. Mismas temáticas, el personaje perdido en un pueblo, una misión, ser el partícipe de la experiencia surgida a partir de un cambio. Lamentablemente no contamos con las voces originales, ya que la copia presentada en cartelera es la doblada al castellano. Extrañamente el film no fue concebido en 3D, detalle que espero no aleje a espectadores fascinados por la renovada tecnología.
Gore Verbinski, versátil director que nos trajo la sorpresiva comedia Un Ratoncito Difícil de Cazar, contratado para realizar la remake hollywoodense del film de terror La Llamada y consagrado con la mayor Disney al lograr trasladar la atracción mecánica del Parque Temático en fílmico con Piratas del Caribe junto a sus dos olvidables pero bien redituables secuelas, logra aquí llevarnos de lleno al oeste, al género que las nuevas generaciones desconocen y podrán descubrir e indagar al respecto, para aquellos que somos fanáticos del género, nada más que deleitarnos.
Llegando a las comparaciones habituales, si Toy Story 3 fue descripta como “cine puro”, Rango lo es aún mas, representa al mejor de los géneros concebidos por el cine, en una audaz puesta, divertida e interminablemente sorpresiva.