LUCHEMOS POR EL AGUA
Es maravilloso poder apreciar la evolución de la animación computarizada. La perfección y la gran variedad de matices que el género ha adoptado desde que en 1995 "Toy Story" llegó a las salas de los cines, es inmenso y en esta película de Gore Verbinski, titulada "Rango", se ve claramente, ya que, si bien el guión pudo haber aprovechado mucho más cada una de las premisas que aquí se tocan, el trabajo de animación y la excelente variedad de matices visuales es espectacular y desarrolla una calidad y detallismo que sorprende segundo a segundo.
Rango es un camaleón que queda en el medio del desierto luego de que la pecera en la que vivía se cayera en la carretera. Solo, con calor y con el peligro del salvajismo, entra en un pueblo perdido, en el que sus habitantes, todos animales, están desesperados con conseguir agua. Él, inventando historias y haciéndose el galán con una lagartija, va a tratar de que el lugar vuelva a ser lo que en el pasado fue.
Esta película se debe analizar desde dos puntos de vista que están muy marcados y presentan unas diferencias interesantes que marcan el rumbo de la historia. Por un lado, todo lo que corresponde a la perfección visual y a la técnica animada con la que se decidió llevar adelante la cinta. El film tiene un estilo muy particular, que se entiende si se conoce la filmografía de Gore Verbinski, especialmente las tres películas de "Piratas del Caribe". La armonía visual, la detallista y profunda animación, acompañada de la creación sorprendente de climas y atmósferas visuales y emotivas muy buenas, bellas y agobiantes y, principalmente, de la delicada y minuciosa labor por hacer de cada personaje un espectáculo visual distinto y con identidad propia, son algunas de las características que aquí, con solo ver el desarrollo artístico, llaman la atención y satisfacen plenamente. A su vez, y es allí donde aparece el toque personal del director, se invoca a distintas situaciones que mantienen una similitud escenográfica con las desarrolladas en otras de sus películas, ejemplo muy claro el momento en el que Rango va a una especie de realidad paralela y habla con el "Espíritu del Oeste", todo satinado con luces y un blanco muy fuerte, bastante similar al presentado en "Piratas del Caribe, en el Fin del Mundo". Los paisajes fueron recreados con belleza, hay muchas tomas que cambian de encuadre rápidamente, diferentes gamas de colores y contrastes hermosos y una continua expresión artística por hacer de la estética de la cinta memorable, muy bien lograda.
El trabajo realizado con el protagonista y con una serpiente que aparece casi al final, es, en lo que corresponde a los personajes, lo mejor de la película. Teniendo a la voz de Johnny Depp como principal atractivo interpretativo, el diseño del pequeño animalito es un reflejo directo al histrionismo que el actor encarnó en muchos de sus pasados papeles. Rango es impulsivo, disfruta de lo que hace, es temeroso, tiene expresiones faciales idénticas a las del actor y, en especial, desarrolla una locura y un sentimiento de desinterés por lo que lo rodea muy atractivo y que aporta mucho humor y grandes momentos de comedia. Por otro lado, la serpiente, el segundo mejor personaje, con una voz muy fuerte y temerosa, es el perfecto villano para la cinta, transmite imprevisibilidad y miedo y fue diseñado con ingenio y creatividad. A su vez, cada uno de los animales del pueblo, ya sean los topos, las lagartijas, pájaros, la tortuga, las lechuzas que cantan (muy originales) y los sapos (espectaculares), están muy bien logrados.
Ahora bien, es inevitable olvidar el otro lado de la película, y el más flojo, que corresponde al guión. La historia es muy sencilla y, pese a que son muchos los momentos de comedia en los que el protagonista y los diferentes personajes tienen un humor muy ácido y adulto, son demasiadas, también, las escenas en las que hay diálogos que no dicen nada. Hay afirmaciones y negaciones que alargan innecesariamente el relato, un romance que no se finaliza entre dos personajes y, principalmente, una previsibilidad que no da lugar a que el verdadero mensaje de la historia pueda florecer y alejarse de los clichés de este tipo de narraciones. Hay un fuerte potencial en todos los personajes creados y, pese a tres momentos muy bien escritos que son inolvidables (el inicio de la aventura; la corrida por el desierto con el bidón de agua; y el duelo con la serpiente), son pocas las demás situaciones en las que se los puede ver aprovechados al máximo.
Con una banda sonora muy particular y acorde a las necesidades de la historia (la larga persecución mezclando las diferentes melodías del western está perfectamente musicalizada); con un trabajo por parte de Verbinski jugado e inteligente y con una animación detallista, distinta y muy realista, "Rango" es una película que entretiene mucho, que tiene sus problemas argumentales, pero que quedan algo camuflados por la genialidad visual. Una cinta que disfrutarán más los adultos que los niños.
UNA ESCENA A DESTACAR: persecución por el bidón de agua.