Rápidos y furiosos 5: sin control
El regreso al cine de la saga de acción que desafía las leyes de la física
Esta quinta entrega de la saga automovilístico-policial es, sin dudas, la mejor de todas. El film propone, exige que no se lo tome demasiado en serio (feministas y fiscales de la corrección política, abstenerse) y, a cambio, regala dos horas de diversión.
En su debut en la franquicia, el ascendente director Justin Lin desafía desde las leyes de la física (tanto en las proezas de los protagonistas como en la resolución de las escenas de acción) hasta cualquier atisbo de la verosimilitud dentro de una trama construida a puro artificio, pero que provoca un disfrute tan primario como genuino.
El trío integrado por el antihéroe Dominic Toretto (Vin Diesel), su hermana Mia (Jordana Brewster) y el novio de ésta, el ex agente del FBI Brian O'Conner (Paul Walker), vuelve a la acción para eludir a los agentes federales, robar autos de lujo de un tren en movimiento, refugiarse en las favelas de Río de Janeiro (la mirada a la sociedad carioca no es precisamente positiva) y, desde allí, armar un equipo de expertos en diversas disciplinas (integrado por afroamericanos, asiáticos e hispanos) para birlarle al zar del narcotráfico (el hipervillano Joaquim de Almeida) un botín de 100 millones de dólares que está guardado en la caja fuerte de una comisaría. Claro que hasta allí llegará también para perseguirlos la principal incorporación de este film, el gran Dwayne Johnson.
Los diálogos -mínimos- son de una elementalidad absoluta, los actores tienen mucha más musculatura que expresividad, mientras que ellas están allí casi exclusivamente para mostrar sus cuerpos curvilíneos, y la trama combina muchos elementos ya vistos en Misión imposible , Crank , Los indestructibles y, sobre todo, en La gran estafa , pero como todo está llevado a un nivel de humor absurdo tan extremo, la película nunca deja de funcionar. Así, si se aceptan esos códigos y convenciones, Rápidos y furiosos 5 resulta un producto no sólo profesional sino también muy entretenido.