Es interesante el camino que se ha recorrido para llegar a Hobbs & Shaw. Un desprendimiento de Fast & Furious, está encabezada por dos personajes que se incorporaron a la franquicia como enemigos de la familia Toretto, que con el paso de las películas fueron acercándose al interior del círculo de confianza. Dwayne Johnson se sumó en Fast Five, sin lugar a dudas la mejor de todas las entregas, e inyectó una dosis de adrenalina a la vez que se pivoteó hacia otro rumbo, menos enfocados en los autos rápidos y más orientados hacia el equipo como una suerte de agentes internacionales dispuestos a salvar a la humanidad. El caso de Jason Statham es algo más complejo, dado que su Deckard Shaw literalmente mató a uno de los héroes, el Han de Sung Kang.