Casi es una garantía para la película que se encuentre producida por Morgan, Johnson, Statham y Hiram Garcia, bajo la dirección del cineasta David Leitch (Deadpool 2”, “Atómica”) con base en el guión del creador de la saga de Rápidos y Furiosos, Chris Morgan. Tiene como protagonistas a Jason Statham y Dwayne Johnson quienes se complementan muy bien, son desiguales físicamente, divertidos, cómicos y logran hacer cualquier peripecia de acción que les pidan. Cada uno con su estilo, se lucen y tienen mucho carisma.
Su desarrollo es clásico: Luke Hobbs (Dwayne Johnson, “Terremoto: La falla de San Andrés”, “Rápidos y furiosos 7”), Deckard Shaw (Jason Statham, “Rápidos y furiosos 6, 7 y 8”) y Hattie (Vanessa Kirby, «Misión imposible 6») deben cuidar un supervirus que es capaz de arrasar con toda la humanidad si cae en manos equivocadas y para ello tendrán que luchar contra un terrible villano cibernético de nombre Brixton (Idris Elba, “La torre oscura”) y sus hombres.
Visualmente impactante, contiene mucha acción, tiros, saltos, persecuciones, derrumbe de edificios, secuencias con un helicóptero increíble, autos volando, motos y momentos exagerados. Posee sus toques emotivos en algunos diálogos entre Shaw con su hermana acerca de su alejamiento y Hobbs con su hermano y hasta vemos el ritual de los samoanos. Nos encontramos con personajes muy graciosos, cameos y otros desaprovechados como los casos de Helen Mirren, Eiza González y Eddie Marsan. Uno de los problemas es el guión flojo, repetitivo y previsible pero salvo ese detalle, la película tiene mucho ritmo, es entretenida y pochoclera. La acción transcurre en Los Ángeles, Londres, Chernobyl y el bello paisaje de Samoa. Hay que ver hasta el final de todos los créditos porque hay escenas extras.