Llena tu tanque de adrenalina.
La icónica saga Rápido y Furioso ya cumplió 22 años de vida cinematográfica, y lo que comenzó como un básico largometraje hollywoodense (Rápido y Furioso, Rob Cohen, 2001) que nos contaba una historia simple acerca de un joven policía que se infiltraba en una banda de mecánicos de autos, que tras su carismática fachada como participantes en ilegales carreras de autos callejeras, en realidad delinquían robando enormes camiones y sus cargas; con el correr del tiempo fue mutando en continuaciones mucho más enfocadas en el cine de acción más puro y con la incorporación de grandes estrellas del género. Este policía agazapado se llamaba Brian O’Conner, interpretado por Paul Walker, y su antagonista, un expresidiario y jefe de la banda en cuestión era Dominic Toretto, personificado por Vin Diesel. Rápidamente este primer film ganó fama y éxito, y a partir de allí comenzaron las lógicas secuelas que lograron un descomunal reconocimiento a nivel mundial, transformándola en una de las franquicias de entretenimiento más redituable (Blockbuster) e importante en lo que va de este siglo, siempre con el liderazgo en escena de Walker y Diesel, que a estas alturas ya ejercían como socios de correrías.
Lamentablemente el 30 de noviembre de 2013, mientras se rodaba la séptima parte, Rápidos y furiosos 7 (James Wan), Paul Walker, que tenía solo 40 años, sufre un mortal accidente automovilístico. Vin Diesel, su coequiper y gran amigo, queda obviamente devastado. El camino de la saga parecía oscuro e incierto, pero luego Diesel lo piensa mejor y decide continuar como homenaje a Walker, que siempre vivirá en el espíritu de la historia. Esta seguiría con un imaginario delictivo cada vez más imposible e irreal, escenas espectaculares, participación de estrellas como Charlize Theron, Jason Statham, Dwayne Johnson/La Roca y diversos dilemas personales y familiares en la vida de Toretto y otros personajes.
Y con esta acotada introducción llegamos hasta Rápidos y furiosos X (2023), dirigida por el realizador francés Louis Leterrier (El transportador 2; Danny the dog y Hulk, el hombre increíble) y protagonizada por Vin Diesel, Jason Momoa, Michelle Rodriguez, Jason Statham y un gran elenco. Su trama refiere lógicamente a un ya cansino Toretto (Diesel), que sigue rodando por el mundo con su banda y familia. Roma y Río de Janeiro serán algunos de los destinos impuestos. Pero en el camino aparecerá un villano vengativo, prepotente y arrogante, Dante (Momoa, excelente en su labor y lo mejor de la película), que solo desea ver muerto a Toretto y sus seres queridos por su responsabilidad en la muerte de su padre.
Esta nueva película no ofrece mucha variedad acerca de lo ya visto en otras secuelas: persecuciones veloces con autos cargados de nitrógeno, peleas cuerpo a cuerpo, variadas locaciones, mujeres bellas y con poca ropa, hombres musculosos y carismáticos.
Rápido y furioso, como la saga que es, ya hace rato se hizo cargo de su mensaje autorreferencial y metadiscursivo, algo muy común en el cine de los 2000. Nunca cambia su rumbo, la de entretener, divertir y hasta sacar una sonrisa, entre tanta espectacularidad y magnos efectos especiales. El fandom (o sea los fanáticos y amantes de los autos) agradecidos y sabiendo lo que van a encontrar, seguro acudirán a las salas de cine en masa. El público restante o los que no son habitués a este tipo de producto cinematográfico, quizás quieran pensarlo un poco más.