Dwayne Johnson es la estrella de acción del momento, por él vimos la nueva de Jumanji, Rampage, nos divirtió que este en “Rápido y furioso” y hasta cae bien cuando hace comedia. Héroe carismático en la tradición de Stallone, Schwarzenegger y especialmente Bruce Willis, porque esta película más que “homenajear” “Infierno en la torre” nueva generación en realidad es una nueva versión de “Duro de matar” en un edifico que es tres veces el Empire State, que se llama “la Perla” que supuestamente esta en Hong Kong, aunque es un “invento” digital, definitivamente bien logrado y por momentos digno de una producción de ciencia ficción. El musculoso y buenazo de Dwayne es un fervoroso padre de familia, que antes fue comando del FBI y en un operativo donde “cometió un error” que todavía lo perturba, perdió una pierna, se retiró de la acción y conoció a una Neve Campbell convertida en su esposa y madre de sus hijos. Nada de lo que ocurre al principio del film escrito y dirigido por Rawson Marshall Thurber esta puesto al azar, la mujer que no sabe de tecnología, el nene con problemas asmáticos, el rito de pedirle a sus hijos que le digan que quieren a papá que los ama ni esa “vulnerabilidad” que muestra el protagonista para conseguir un trabajo como experto de seguridad. Lo primero que le dice a su nuevo jefe es que todo esta perfecto cuando desde el póster sabemos que todo esta por colapsar. Y después sólo de se trata de creer, como si fuera un encantamiento, que Jhonson puede saltar de una grúa aun edificio, ponerse mucha cinta adhesiva en las manos ( su mejor arma) para deslizarse cual hombre araña por una saliente del piso noventa y pico, y otras lindezas de superhéroe. Pero hay que reconocer que el film tiene ritmo, es entretenido y si bien no tiene ninguna lógica ni verosimilitud con las leyes de la física, todo pasa tan rápido que pasamos de la sonrisa a la tensión sin solución de continuidad y nos entretenemos como si de repente nos hubiésemos transformado en nenes de jardín de infantes.