Rascacielos

Crítica de Migue Fernández - Cinescondite

La maquinaria detrás de The Rock está bien aceitada y el hombre es una fuerza de trabajo imparable, con una ética profesional sin igual que lo ha convertido en una de las más grandes superestrellas de Hollywood. Uno todavía puede sorprenderse de que, en apenas un lustro, el antiguo luchador de la WWE se haya forjado un camino de tanto éxito en múltiples plataformas. Al hombre se lo adora en redes sociales, da claves de estilo de vida, tiene su propio programa de televisión, su canal de Youtube, su marca de tequila, su línea de ropa y mucho más. Todo ello, claro, sin contar su incansable labor en la pantalla grande, al punto de que puede estrenar una nueva película cuando la anterior recién llega al formato hogareño, todo mientras filma otra y tiene tantas más en fila a las que abocarse. Pero el sello de Dwayne Johnson no es garantía absoluta de calidad.