Lo bueno de Raúl (la democracia desde dentro), es reencontrarse con la mejor época de Raúl Alfonsín, aunque el título del documental invite a creer que nos espera un ejercicio laudatorio de la figura del presidente que inició este periodo democrático, en el que a pesar de los sacudones, inevitables, como país se ha logrado evitar volver a las épocas en que las soluciones se buscaban golpeando las puertas de los cuarteles. Los directores Juan Baldana y Christian Rémoli consiguieron valioso material de archivo donde se escucha al ex presidente hablando en distintas etapas de la historia argentina y los acompañaron con testimonios cercanos al hombre y al político.
Hay grandes momentos que hicieron a la épica de aquel gobierno: Alfonsín contestándole a Ronald Reagan en los jardines de la Casa Blanca (atención al detrás de la escena de este momento), Alfonsín respondiendo desde el púlpito a un cura del ejército que se le quiso hacer el picante, Alfonsín hablando de la revolución en los setenta cuando era un joven abogado que se atrevía a enfrentar a lo más anquilosado del radicalismo (por cierto, siempre hay un sector más anquilosado), Alfonsín hablando de filosofía y nombrando a Marx y a Rousseau en una misma frase (sí, en una época los políticos hablaban de filosofía en sus discursos) y claro, Alfonsín enfrentando la crisis con los carapintadas (militares golpistas), segmento donde también hay alguna sorpresa.
Pero no todo es celebración porque aquel gobierno sufrió embates de todo tipo y golpes que no pudo eludir, golpes de mercado, intentos de golpes militares y las propias dudas de un presidente que debía hacer malabares para que todo esa esperanza que representaba no terminara en nada. El documental no elude los problemas y no es precisamente benévolo en el momento en que tiene que afrontar lo que quizás fue el principio del fin de aquel gobierno: el intento de tomar el regimiento de La Tablada que combinó un estallido de locura de un grupo político de perfil progresista (Movimiento Todos por la Patria) que tenía contactos con el gobierno y la sed de sangre de un ejército que no iba a dejar pasar una posibilidad de reprimir zurdos. Alfonsín, que había llevado al banquillo de la Justicia a buena parte de las cúpulas de las juntas militares” que gobernaron durante la dictadura -un hecho inédito para la historia mundial-, tuvo que ordenar una represión violenta y cargar con la mácula de que en ese hecho hubiera torturas y desapariciones, que todavía hoy se está dirimiendo en los tribunales.
Raúl (la democracia desde adentro) elige una puesta en escena curiosa, la imagen construye discurso y el registro de los aparatos de cinta abierta desde los que salen las palabras de Alfonsín se vuelven una metáfora de su gobierno o de lo que ocurrió con su legado. Aquellos discursos y declaraciones que suenan en lugares vacíos, los funcionarios que cuentan los hechos de aquellos años dejan al descubierto la soledad del poder. Fue el mismo Raúl Alfonsín el que poco tiempo después de dejar seis meses antes el poder, dijo que hubo cosas que no se hicieron porque “no supe, no quise o no pude”. Queda todavía contestar qué es lo que no supo, no quiso o no pudo y en esa respuesta que se llevó a la tumba Don Raúl, está la razón de que a pesar de que el documental que habla de su gobierno diga que habla de la democracia desde adentro habla justamente de un gobierno que no se apoyó en la gente, tampoco es que haya sido el único en la historia que hizo eso.
Lo mejor de Raúl (la democracia desde adentro) es que deja al espectador con ganas de más, de discutir y de seguir hurgando en ese tramo de la historia. Y deja la incógnita acerca de quién será el valiente que se asome a los años de Carlos Menem.
RAÚL (LA DEMOCRACIA DESDE ADENTRO)
Raúl (la democracia desde adentro). Argentina, 2019.
Dirección: Juan Baldana y Christian Rémoli. Guion: Gustavo Dejtiar. Música: Eugenia Blanco, Pablo Nomdedeu. Fotografía: Javier Grufi.Duración: 153 minutos.