En el último día de la filmación de un una película de terror, un famoso productor le propone al director poner en riesgo su vida a cambio de obtener un éxito seguro. Y al realizador que ya ha coqueteado con las fuerzas ocultas y tiene una vanidad sin límites y el maltrato como norma, no le importa aceptar. Claro que el día en que reúne a su elenco y equipo de filmación en su casa, para mostrarles por primera vez su realización terminada, el horror y la sangre se hacen presentes. Lo que se ve en la pantalla no es lo que se filmó y cuando todos se rebelan de una maquiavélica manera se refleja y se mezcla en una suerte de realidad virtual. Las ideas de los guionistas el realizador Hernan Findling junto a Lourdes Prado Méndez son muchas y según el director su idea fue recordar los años ochenta y homenajear a los famosos asesinos seriales, a films como “La rosa púrpura del Cairo” y “El resplandor” y las primeras de “Scream” y” Haloween”. Quizás hubo demasiados objetivos y se olvidaron de dar algún espíritu juguetón, un respiro al espectador, porque la acumulación de horrores puede no tener el efecto deseado. Trabajar desde el punto de vista de los actores es un buen punto de partida para modificar un destino en la ficción y la realidad y quedar atrapados hasta después de los títulos. El elenco encabezado por la versátil Vanesa González reúne a Fede Bal, Christian Sancho, Cesar Bordon –de gran presencia-y Guillermo Berthold.