Comedia nerd cinéfila al extremo, Rebobinado es una de esas películas poco habituales en el cine argentino, muy poco propenso al diálogo con la historia del cine o la cultura pop. Alejandro tiene treinta años y un rechazo amoroso en la infancia lo ha marcado hasta su solitario presente. Un día descubre una antigua casetera capaz de llevarlo a momentos de su pasado a partir de la música en los casetes. Así regresa a 1998, al momento de la crisis y el rechazo.
Con un poco de Volver al futuro, Hechizo del tiempo y muchos otros films citados y parodiados, la película transcurre de forma algo torpe y sin fluidez, pero siempre con apasionada autenticidad. El timing perfecto con el que Hollywood suele hacer estas comedias aquí no se concreta y eso es lo que falla. Aun así de los muchos chistes que Rebobinado tiene hay varios que funcionan muy bien y consigue dar en el clavo. A otros se les nota efectividad de guión pero no de rodaje.
Rebobinado tiene, a pesar de todo, muchas ideas y su director entrega todo lo que tiene, al igual que los actores. También la comedia romántica tiene sus altibajos, pero todo está marcado por un genuino amor por el cine.