Batería muy, muy baja
Había una vez una peli de terror española, su trailer unas pocas tomas del público reaccionando a los sustos. Rec (2007) terminó de convencer al mundo que el formato ensayado en El proyecto Blair Witch (The Blair Witch Project, 1999) era un subgénero no solo espeluznante, sino rentable. ¿Qué más barato que una imagen de actores desconocidos en baja resolución, pobremente iluminada, sin expensas musicales ni gastos de edición? Nuestras vidas están llenas de tales videos. Si un monstruo aparece en uno, de repente podría aparecer en cualquier otro, ¿correcto? De ahí el miedo.
Rec 2 (2009) introdujo el elemento esotérico al crudo relato de la epidemia cuasi-zombie que se desata – súbita, repentina, inexplicadamente – en un edificio residencial, y “cuando pasas del dos al tres”, cuenta el director Paco Plaza, “abandonas el territorio de la secuela e inauguras de la saga. Por ello tienes que ser respetuoso con el original y al mismo tiempo aportar algo novedoso”. Plaza se ha separado de Jaume Balagueró, la otra mitad del dúo realizador original, que se encuentra, aparentemente, atajando el rodaje de la cuarta entrega de la saga.
Aquellos que hayan visto cualquiera de las películas citadas (sino Quarentena [Quarantine, 2008], la pronta remake norteamericana) conocen ya la fórmula y sólo les resta saber exactamente cuan “respetuosa y novedosa” es [REC]³ Génesis (2012). He aquí cuan: acabada la introducción, la película nos traiciona y abandona por completo el formato de “video casero” a favor de una presentación clásica. Nada de cámaras sacudiéndose, focalizaciones claustrofóbicas ni sensación de urgencia: este es un film de terror en su forma más ordinaria, y no solo eso, sino demasiado bien iluminado y ampliamente rodado en exteriores. La decepción dura toda la película.
¿Es lo ordinario necesariamente deleznable en una película? No, pero, ¿por qué los realizadores de un emblemático fenómeno de culto tomarían su propia obra y le quitarían todo lo que le(s) identifica? No puede ser simplemente por la necesidad de innovar. Les ha salido un film novedosamente aburrido. Se han despojado de las ingeniosas triquiñuelas técnicas – los planos secuencia, los juegos de luces, la atención al diseño de sonido – con las que generaban terror, quizás porque estas eran consecuentes al bajo costo de producción de sus films (y ciertamente que éste es su film más costoso). Retrospectivamente, estas triquiñuelas parecen haber disfrazado su absoluta incompetencia en el género.
¿Pero puede uno criticar a una comedia por no meter miedo? Hay que aclararlo, ya que de esto no nos enteraremos por su campaña publicitaria – [REC]³ Génesis es una comedia. El momento en que se abandona la cámara es el primero de varios chistes que hacen guiño al pasado de la saga. Todos hubieran funcionado mejor de no abandonarse la cámara. ¿No serían todos los videos de boda más entretenidos con un ataque zombie en medio del vals? La premisa es prometedora.
La saga ha tomado el rumbo de Chucky y devenido en comedia negra; como Chucky, tampoco es muy graciosa. Hay muchas, muchas muertes, tan ridículas como violentas, que apelan al curioso morbo del cinéfilo, pero poco y nada verdaderamente genial o memorable. Precisamente porque se homenajea a sí misma y no al género en sí, queda indulgente y no causa gracia. Muertos de risa (Shaun of the Dead, 2004) y la excelente peli cubana Juan de los Muertos (2011) mezclan una precisa dosis de susto y risa que Plaza aquí no logra. Parece haber confundido ‘respeto’ con ‘referencia’ y ‘novedad’ con ‘diferente’.