“Rec 3”: terror, humor y un cambio acertado
Tal vez a los españoles les falte petróleo, pero por lo que se ve en «Rec 3-Génesis», sangre de utilería tienen a chorros. Es que la tercera entrega de este éxito de taquilla del terror galaico (incluso rehecha en Hollywood como «Cuarentena») es una comedia de zombies a todo gore, con humor negro a granel -empezando por el hecho de que la invasión de muertos vivos sucede en una boda- y sangre a borbotones ubicados a veces para hacer saltar del susto al espectacdor, pero muchas veces utilizados como simple gag.
Según la tradición de esta saga de «Rec», al principio todas las imágenes están tomadas de las cámaras que graban la ceremonia nupcial en una iglesia y luego en una casa de fiestas con todo tipo de jardines y salones donde transcurre el resto de la acción. La diferencia, muy bienvenida, es que ahora, no bien atacan los zombies o infectados, termina el largo prólogo, las cámaras quedan destruidas, y la película adopta el lenguaje convencional de un film de terror, lo que le permite al director Paco Plaza liberarse del formato «reality» ya demasiado copiado y cansador por los imparables movimientos de cámaras amateurs.
Se ve que a Plaza le gustan las películas de «Evil Dead» que imortalizaron al primer Sam Raimi, porque aquí hay varios guiños en esa dirección, salpicados no solo de sangre sino también de éxitos musicales españoles cuya gracia kitsch se pierde un poco por localistas. En todo caso, la película está muy bien filmada, los efectos especiales son de primer nivel, a veces incluso muy imaginativos en su derroche de truculencia, y hay imágenes muy divertidas, empezando por la novia empuñando una sierra mecánica y arremetiendo contra los zombies que le arruinaron la noche de bodas.