Luego de cinco años de que los directores españoles Jaume Balagueró y Paco Plaza demostraran que al mejor estilo "El Proyecto de la Bruja Blair" una película de zombies podía ser vertiginosa y terrorífica, esa dupla de realizadores se separa y uno de ellos propone, no solo introducir mucho humor a la historia, sino también olvidarse del estilo visual (el falso documental) que tanto marcó a las dos primeras entregas.