Hablar de Rec y Rec 2 es hablar de un género de terror que se había olvidado hace algunos ayeres, y cuya fórmula copiaron muchas películas como actividad paranormal, o de las más recientes con el diablo adentro; por no hablar del remake americano, Quarantine, que no tuvo tanto éxito como la fórmula original. El estilo found footage cautivó al mundo entero al hacer una película que empezaba como un trabajo rutinario de una reportera hasta transformarse en un sitio de cuarentena absoluta en un edificio plagado de entes deseosos de carne humana. Sosteniéndose al principio como si de un documental o un video real se tratara, Rec se ganó reconocimientos por igual de la crítica y el público, generando una ola de terror como pocas veces se ha visto en éste tipo de películas.
Aunque Rec 2 no generó el mismo entusiasmo por parte de sus fanáticos, sobre todo por ese final controversial en el que (spoiler) los zombies no eran sino meras posesiones demoniacas investigadas en secreto por la iglesia y salidas de control debido a la negligencia del padre investigador (spoiler), aún continuábamos entusiasmados por la tercera parte que, ante un trailer prometedor, parecía que tendríamos una nueva entrega de sustos.
Dirigida por Paco Plaza, quien formara mancuerna con Jaume Balagueró para la primera parte, pero quien ahora se encuentra en la pre-producción de Rec 4 (si, habrá una cuarta parte), empieza lenta, incluso confundiendo a muchos sobre un posible error en el proyector del cine (yo también caí), como el video de una boda (lo que se nos promete desde el trailer) y seguimos con la cámara en mano, para después pasar a la acción en una primera media hora cansada, convirtiéndose en un filme real. Y esto lo menciono porque se abandona el recurso del aclamado found footage que añade mucho suspenso, y aunque entre sus ventajas podemos destacar que la acción se aprecia de una forma mejor y ya no marea tanto como en las primeras dos entregas, lo cierto es que se extraña el recurso, pues ese suspenso adicional, se pierde; de ser un personaje más en la historia, se abandona y nos deja un extraño sabor de boca, como si estuviéramos ante una película de terror tan mala como la que más.
Clara y Koldo, los novios, se convierten en los protagonistas, tratando de encontrarse uno al otro en medio del apocalipsis zombie. Pero esta dualidad termina por convertirse en un romanticismo completamente fuera de lugar, dando origen a situaciones tan cómicas que uno se pregunta si lo que planeaban era seguirnos asustando o hacerla mucho más ligera para un público más amplio.Cualquiera que haya sido su intención, lo que en las primeras dos partes de la saga nos parecía lo suficientemente real y terrorífico, se convierte en un producto de juguete, endeble, sin pies ni cabeza, como si fuera una mala parodia americana de esas que están de moda en los últimos años. Y peor aún, con un final que realmente no deja con ganas de más, tan sobreactuado (considerando que toda la película es bastante sobreactuada), con añoranzas o referencias, como uno prefiera verlo, a películas como Resident Evil, o hasta cierto punto Zombieland, pero sin definirse si su intención era hacer una verdadera continuación de la saga, o contar sólo una historia paralela con algún detalle con el que podamos hacer la conexión con las precuelas. Es más, el título génesis ni siquiera es por referirse al verdadero origen de la plaga, dejando esto como un misterio y tener un pretexto para seguir sobreexplotando la saga (porque con esta última entrega pareciera que es lo que pretenden: sacar dinero gracias a la buena fama de las dos primeras).
Si le regalo la segunda estrella es porque los efectos todavía siguen teniendo calidad y hay un par de escenas de asesinato que siguen valiendo la pena (mención especial para la escena de la sierra que no defrauda). Pero en general, una película que sólo recomendaría si su acompañante es lo bastante asustadizo o intolerante a la sangre para hacerle pasar un rato de sustos. No más.