Tras bambalinas
A primera vista, Reconstruyendo a Cyrano (2014) podría definirse como un documental sobre el renacer de un proyecto teatral. Pero se incurriría en un error porque la película de Eduardo de la Serna ahonda un poco más y entrega un registro pormenorizado sobre la dificultad de hacer teatro independiente.
En la obra escrita y dirigida por Pablo Bontá, se relatan las peripecias de un director y un actor cuando se proponen llevar adelante la obra del dramaturgo francés Edmund Rostand. Paradójicamente, cuando Cyrano un vodevil franco – argentino se encontraba en el pico de su éxito, los protagonistas se pelearon.
Unos meses después, el director decide reponerla y comienza la búsqueda de un reemplazante para el papel del actor que representaría a Cyrano. De esta manera, el director sigue los pasos de Bontá y de los actores Enrique Iturralde y Diego Freigedo, quien viene a ocupar el rol que dejó vacante Héctor Segura.
Desde la audición al reemplazo del protagónico pasando por el vestuario, el pedido del subsidio, la primera presentación y el debut en Buenos Aires, Reconstruyendo a Cyrano sigue los pasos del trío protagonista de una manera íntima, acompañando en todo momento el andar de estos artistas del círculo independiente.
Dividido en capítulos, la mayor virtud del documental recae sobre su dinamismo y una narración ágil y amena. Eduardo de la Serna aprovecha al máximo a los protagonistas y provoca la empatía desde los primeros minutos.
En conclusión, Reconstruyendo a Cyrano es un documental imprescindible para entender la situación actual del teatro independiente y, en el proceso, conocer un clásico de la literatura universal.