Un film de Atom Egoyan que como siempre sorprende. Contiene una seria reflexión sobre los horrores de lesa humanidad y cómo se los enfrenta. Como destino individual y como sociedad.
En este caso los protagonistas del nazismo, víctimas y victimarios. Porque además de la trama de corte policíaco, un hombre con demencia que cumple con las instrucciones precisas de su compañero de geriátrico, que olvida y recuerda releyendo esas instrucciones, le queda al espectador la sorpresa y los interrogantes: ¿olvido, perdón, justicia, justicia por mano propia?
Gran trabajo de Christopher Plummer y Martin Landau.