Hace unos días casualmente ví el anterior trabajo del siempre convincente Atom Egoyan: "Captive", con Ryan Reynolds (pueden verla en Netflix) y pensaba, a la luz de su extensa carrera, que hay algo único de este director canadiense de origen armenio nacido en Egipto: su sello es saber dar forma a un protagonista y llevarlo adelante por el camino más sinuoso posible... hasta desencadenar un pequeña gran tragedia... Su estilo de narración es a veces lacerante y su mayor acierto es la forma en que logra crear atmósferas y situaciones de tensión inéditas. El genocidio es uno de sus temas y en "Remember", vuelve a aparecer ese tema como fondo de una historia de retornos y recuerdos.
Debo reconocer que las historias donde el Holocausto aparece como el fondo oscuro de una trama compleja, no son particularmente algo que me atraiga. Sin embargo, se reconocer cuando alguien logra atraparme. Y Egoyan ofrece en su último film (laureado en el Festival de Mar del Plata), un estudio potente, descarnado, plagado de violencia contenida, centrando la mirada en una venganza personal símbolo: la última misión de un hombre decidido a hacer justicia sin medir los riesgos ni el contexto de la situación planteada. Si eso no te apela, bueno, no te gustan las historias interesantes...
Christopher Plummer es un judío de nombre Zev, ya nonagenario que de buena fuente recibe una noticia conmovedora: el responsable del asesinato de su familia esta vivo (un oficial nazi genocida en Auschwitz quien reside en Estados Unidos). Max (Martin Landau), compañero sagaz y confinado a una silla de ruedas, lo instiga entonces a abordar la tarea: hay una vendetta en el aire y aunque parezca extraña, todos sentimos que hay más en el aire de lo que a simple vista se percibe...
Porque Zev es además, víctima del Alzheimer, elemento que comienza a jugar en la trama de manera sutil al principio pero que amplifica (y corporiza) esa sensación extraña acerca del pasado: ¿no tienen la sensación de que hay grandes tragedias en la humanidad, cercana, de las que ya no se habla? ¿no sienten que hay generaciones enteras que no recuerdan nada, más allá de cinco años atrás? En cierta manera, esto se transluce en la narración: ¿cuánta memoria tenemos y cuáles son los crímenes que esta sociedad realmente condena?
Egoyan se apoya en un pilar único: Plummer. Impresionante la labor de un actor que tuvo que deconstruir su propio personaje. Esa sensación de avanzar y retroceder al mismo tiempo funciona perfecto: el veterano se desarma en esa ansiedad y desconcierto de su frágil venganza y hace carne su humanidad al extremo, en particular en el destacado climax de la historia. No es esta una película de la que deba anticiparse mucho, sino que cada espectador debe ir adentrandose en ella para acceder a los lugares oscuros que son lo más saliente de la historia.
"Remember" es, por sobre todas las cosa, un viaje a un pasado peligrosamente cercano. Un film intenso, crudo, con buenas vueltas de tuerca que funciona, de principio a fin. No se dejen guiar por la temática (si es que eso no los alienta a entrar a sala), hay aquí mucho para ver y no es este precisamente un drama histórico. A por él.