Dentro de las diferentes tareas que realizo atiendo clientes para una inmobiliaria. Hace pocas semanas me crucé con un hombre mayor de unos 80 años aproximadamente, de ojos claros, acompañado de su esposa. Estaban en la búsqueda de un departamento para su hija. Entablamos una linda conversación con el señor y en un momento me contó de su propia dificultad para mudarse. Hacía muchos años ya que vivía en el mismo lugar, un departamento muy grande. Más con la partida de los hijos. Pero nunca pudo tomar la decisión de dejar su hogar, sus espacios. Se hizo un silencio. En ese momento se arremangó la camisa y me mostró en su brazo el sello de números grabado por los nazis en la piel. Había estado en Auschwitz. Con un brillo en sus ojos me contó que allí había perdido toda su familia. Esa enorme tragedia en los años de su niñez lo marcó de por vida. La llegada por error a la Argentina le dio una segunda oportunidad. El link fue automático con este film. Por el gran parecido de este hombre con Christopher Plummer, el protagonista, y fundamentalmente por su historia. Con un excelente guión “Recuerdos Secretos” nos propone una historia atrapante. Una cacería de hombres grandes pero con una pesada memoria. Una búsqueda de verdad y justicia. Con actuaciones impecables (memorable el trabajo de Martin Landau) y una enorme calidad fotográfica. Les propongo que se atrevan al viaje. Cuanto menos sepan pienso que es mejor. Para disfrutarla, para sorprenderse. Una historia que se conecta con esa fibra íntima, la de nuestros propios orígenes, y un final que nos deja al borde de la emoción.