Jubilados y a los tiros
Más allá de su elenco de estrellas y sus costos millonarios, “Red 2” es un otro buen ejemplo de que Hollywood se ha quedado sin ideas (sin historias, sin personajes) a la hora de ofrecer un buen entretenimiento. La saga de “Red” vuelve sobre el tema de que los veteranos todavía pueden dar pelea (al mejor estilo “Los indestructibles”), pero con una estética más cercana al cómic y al espíritu de James Bond. El punto de partida es bastante original (de hecho la primera parte estaba basada en una historieta), pero esta secuela naufraga entre la falta de un guión sólido y los lugares comunes. Esta vez el ex agente de la CIA Frank Moses (Bruce Willis) se ve obligado a reunir a su equipo de jubilados espías de elite para localizar un letal dispositivo nuclear portátil. La búsqueda lo llevará de tour por París, Londres y Moscú, y en el camino se cruzará con asesinos a sueldo, agentes renegados, fabricantes de explosivos y toda la fauna del mundo del espionaje. En “Red 2” hay coletazos de la Guerra Fría (cuándo no), romance light, vueltas de tuerca previsibles y chistes sin gracia. La película se queda en el bosquejo de la caricatura, pero como filme de acción y de intrigas no funciona, porque es confuso, largo y aburrido. El único encanto (no menor) es ver a tantas estrellas en pantalla, aunque Bruce Willis no hace más que repetir gestos, y John Malkovich agota un poco con una comicidad forzada. Helen Mirren brilla, como siempre, y Anthony Hopkins hace lo que puede con la caricatura que le toca en suerte. En Estados Unidos “Red 2” fracasó en la taquilla. Esperemos que los productores no insistan con una tercera parte.