Es habitual hacer películas o telefilms en los Estados Unidos, sobre casos policiales o personajes públicos. Desde un OJ Simpson hasta John Bobbit.
En la Argentina esas ganas de contar historias medianamente conocidas queda limitada a algún millonarion con Majul o libros a favor o en contra de políticos en periodos eleccionarios.
Y en todos lo casos son de visión rápida o lectura de verano.
David Fincher llevó esta clase de películas a unos cuentos niveles superiores. Lo que logró con su Red social es sorprendente, porque en mi caso logró la misma atención durante toda la película, como si estuviera viendo la mejor película de suspenso. Y cuando la terminó, me di cuenta que podría haber seguido mucho tiempo más contando cosas, que hubiera seguido con la misma atención.
El entramado para contar en 2 o 3 tiempos la historia en simultáneo, y la velocidad y claridad con la que representa todo, es lo mejor de toda la película.
El elenco elegido es brillante, y se luce el trio principal, el Nerd eterno, el nuevo Spiderman, y permitanme disentir con mi amigo Zapata, el gran artista Justin Timberlake, que te puede gustar o no lo que hace, pero es un creador, y cada vez que se metió en el cine demostró que también nació para esto.
Destacable fotografía y lujuria visual, con su máximo exponente en la carrera de remo. Detalles de un Fincher exquisito.
Red social es un ejemplo de como contar una historia "de la tele", y la película puede ser del agrado a un público mayor que el de los que nos interesamos en ciertos personajes o en conocer como se construyeron las grandes empresas de los últimos años.
De lo mejor del año y otro punto alto en la filmografía de un gran director.