Tras el tropezón que significara El curioso caso de Benjamín Button, el realizador David Fincher recupera el nivel alcanzado en Zodíaco con esta tragedia moderna y humana en el contexto de un mundo absolutamente virtual como el de internet con su mayor expresión, que sin lugar a dudas, se representa cabalmente en la red social más importante del planeta. La inteligencia de estructurar el relato en dos tiempos alternados permite desde el ajustado guión de Aaron Sorkin mostrar sin dobleces el mundo del capitalismo salvaje, anclado en la burbuja económica de los sitios web pero también desnudar las miserias humanas cuando se trata de intereses y más aún cuando los involucrados pertenecen a una elite como en este caso estudiantes de la prestigiosa universidad de Harvard. Sin caer en el convencionalismo de la biopic, apelando al humor con ánimo critico y al ritmo para no terminar en un film declamativo y sobredialogado, el director de Alien 3 consigue un film profundo e inteligente acerca de la impostura de la comunicación virtual y la soledad que genera la abundancia...