Cuidado con lo que deseas
“Reflejos siniestros” (Pikovaya dama: Zazerkalye, 2019) es una película de terror rusa dirigida por Aleksandr Domogarov y escrita por Maria Ogneva. Protagonizada por Angelina Strechina y Daniil Izotov, el reparto se completa con Darya Belousova, Vladislav Konoplyov, Valeriy Pankov, Alyona Shvidenkova, Anastasia Talyzina, entre otros.
Luego de un terrible accidente de coche, la madre de los hermanastros Olga (Angelina Strechina) y Artyom (Daniil Izotov) fallece, por lo que los jóvenes son enviados a un oscuro internado privado que se rige por sus propias reglas. Sin querer estar en la misma habitación que el niño, Olga se instala en el cuarto de la popular Alisa (Anastasia Talyzina), haciéndose amiga también de Kirill (Vladislav Konoplyov) y Sonia (Alyona Shvidenkova). Una noche, pasado el toque de queda, Artyom aparece exclamando que vio a su madre. De esta manera, los chicos deciden seguirlo hacia el sótano, lugar que Valentina (Darya Belousova), directora del colegio, había dejado claro que era una zona prohibida. Allí el grupo no solo se encuentra con objetos raros, sino que también ve un espejo en donde está dibujado en rojo una escalera que va hacia abajo. Basándose en una leyenda sobre la “reina de espadas”, los adolescentes no tienen mejor idea que invocarla. Parándose con una vela en la mano frente a su reflejo y expresando sus mayores deseos, pronto esta jugarreta se volverá una pesadilla mortal.
Sin generar miedo en ningún momento y con un guión que llega a dar gracia de lo malo que es, esta nueva producción rusa es otro fracaso inminente aún más desastroso que “La novia” (Nevesta, 2017), “La sirena” (Rusalka: Ozero myortvykh, 2018) y la más reciente “Pesadilla al amanecer” (Rassvet, 2019). Repleta de clichés y personajes cero desarrollados, la película se vuelve una representación exacta de todo lo que no hay que hacer en este género.
Con malas actuaciones y jump scares que no logran su cometido, el filme incluso se torna peor porque en nuestro país no se proyecta en su idioma original, sino que está doblado al inglés. Esto no sería un problema si el trabajo estuviera correctamente realizado, sin embargo este no es el caso ya que desde el comienzo se nota demasiado que las voces insufribles no son las de los actores. Teniendo en cuenta que los diálogos son paupérrimos, este aspecto hace que la cinta sea mucho más terrible a pesar de su corta duración (83 minutos).
Burlas a una chica con sobrepeso, coincidencias inverosímiles e incluso el agregado final de portales a un submundo donde habita este espíritu maligno hacen que “Reflejos siniestros” se convierta en una falta de ideas tremenda que debería ser evitada a toda costa para que de una vez por todas se dejen de realizar estos filmes que toman por tonto al espectador. Ojalá algún día llegue a nuestra cartelera una película de terror rusa que sea de calidad.