Juego de espejos
Cuenta la leyenda que los espejos reflejan todo de un ser humano, no sólo lo que vemos a simple vista, sino también nuestras debilidades y secretos. Este es el caso de un espejo siniestro que también oculta un secreto. Povocarlo por diversión, puede ser demasiado peligroso e irreversible.
Reflejos siniestros (Queen of Spades: The Looking Glass, 2019) es una película de terror sobrenatural del director ruso Aleksandr Domogarov que nos presenta a un siniestro fantasma, "la reina de picas" alojada en un internado, un tétrico edificio histórico. Olya (Angelina Strechina) y su hermano Artyom (Daniil Izotov) acaban de perder a su madre en un trágico accidente y son llevados allí. Olya se une a un grupo de adolescentes que resultarán ser víctimas de la Reina de Picas. Ellos descubren un cristal con una serie de misteriosas pinturas. Al invocarla, se les concede aquello que han deseado... pero a costa de sus almas.
Aleksandr Domogarov nos entrega un film débil en dirección y un guión desequilibrado, con problemas notables y cierta manipulación para que las piezas encajen. Se destaca la fotografía, lo visual está bien resuelto, la iluminación y los efectos visuales, acordes al género y la música aporta una cuota de suspenso. Considero que lo mejor logrado, es la elección de la locación, si bien es predecible para el desarrollo de estos relatos, este edificio antiguo es de una belleza muy particular y tal vez, lo más representativo de la antigua Rusia. El film cumple con todos los elementos para que funcione, una locación temerosa e interesante, alejada de la civilización, el típico grupo de adolescentes con diferentes personalidades, en el que cada uno deberá cumplir su función y una tragedia como detonante. Sin embargo, aquí no fluyen de manera armoniosa, sin aportar novedades y no consigue asustar como esperamos. Las interpretaciones son correctas.
Es una película que se deja ver, cuenta con buenos momentos que asustan. Es de los casos en los que la película te atrae por el trailer, predecible, aunque no tanto en su resolución. El juego de los reflejos, no solo en espejos, sino en el agua, en ventanas, en plásticos transparentes y en uno en particular que esconde un ser de otra época, resultaba interesante, aunque no se explotó ni se utilizó el recurso lo suficiente como para profundizar sobre algún tema y permitirnos reflexionar al respecto.